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3 Mujeres que destacan en el mundo del Tequila.

Hoy en día, la participación de las mujeres ha sido fundamental no sólo en el tema de envasado y comercialización, sino también en el cultivo de agave, pues son las encargadas de hacer un proceso de selección de la planta que se va a sembrar y de darle un cuidado especial.
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El tequila es sinónimo de fiesta y orgullo patrio en México, pero también en el mundo. Esta bebida alcohólica es bien conocida en muchas partes del mundo.

Recientemente ha llamado mucho la atención el aumento paulatino de la participación en puestos de liderazgo de la mujer dentro de la agroindustria.

Si bien, el 95% de las compañías, están en manos de hombres, hoy en día existen 13 empresas tequileras que son encabezadas por mujeres.

Esta empresas forman parte de las categorías micro y pequeñas, que representan el 4.6% de la producción total de tequila. En cuanto al número de marcas, las mujeres son dueñas de 82, el 8% del total.

Hoy en día, la participación de las mujeres ha sido fundamental no sólo en el tema de envasado y comercialización, sino también en el cultivo de agave, pues son las encargadas de hacer un proceso de selección de la planta que se va a sembrar y de darle un cuidado especial.

A continuación te presentamos tres casos de emprendedoras y empresarias que han labrado su camino en la industria. Sigue su ejemplo y haz negocio con esta bebida milenaria.

Ve también: 6 Consejos para emprendedoras en la ‘nueva normalidad’.

Una probadita de México para el mundo: Melly Barajas

Melly Barajas, “Vinos y Licores Azteca”

Por casualidad, Melly Barajas Cárdenas llegó a la industria del tequila hace 25 años.

Todo comenzó cuando su papá, don Antonio, le mostró a Melly una revista en la que se hablaba sobre la Denominación de Origen del Tequila, así que como fiel consumidor de esta bebida, quería tener su propia marca para degustarlo en sus fiestas o con amigos, por lo que le encomendó esta tarea a su hija Melly.

Ella, con el único fin de consentir a su papá, investigó todo lo necesario para lanzar una línea de tequila y durante este proceso se enamoró de “esta majestuosa bebida que es un elixir de los dioses” como la emprendedora lo describe.

Una emprendedora en un mundo de hombres

Melly confiesa que no contaba con ningún conocimiento previo de esta industria y reconoció que tenía que ser tocar puertas de empresas tequileras en Jalisco.

Durante este proceso, ella enfrentó el recelo y agresividad por parte de otros tequileros, varios cuestionaban el interés de una mujer en esta industria “para hombres”.

Sin embargo no todo fue tan malo, pues la emprendedora también recuerda a muchos otros compañeros que la ayudaron a concretar el sueño de su padre.

Después de varios meses de investigación y trabajo, Melly logró que una productora le maquilara 300 botellas de su marca Raza Azteca.

Una vez que logró su objetivo y entregó a su papá su tequila, la emprendedora sabía que no podía parar ahí y buscó importadores de tequila en Estados Unidos para vender parte de la producción que ya tenía.

Tal fue el éxito que los cuatro años siguientes siguió envasando y comercializando su marca.

El despegue rumbo al éxito…

Fue en 1997, cuando decidió comprar un terreno dentro de la región de Los Altos de Jalisco, para sembrar agave y montar su planta de producción con un molino.

Es así como nació oficialmente la marca Vinos y Licores Azteca, cuyo valor radica en su tradicional forma de producción del tequila.

Bajo el concepto de tequila 100% artesanal, Melly mandó construir hornos de mampostería con piedra roja de Los Altos, pues al estar en contacto con esta tierra rojiza, el tequila nace con un color sepia y notas más frutales.

La cocción de sus tequilas dura alrededor de 24 horas a fuego lento y la fermentación tarda hasta 12 días. En un proceso regular, la cocción se da entre ocho y 10 horas y la fermentación en cuatro días.

Al inicio, la marca producía 300 litros de tequila al mes, hoy producen 3,000 litros diarios, con ventas anuales aproximadas de 27 millones de pesos.

De la producción propia, el 99% se va a exportación, ya que la misión de Vinos y Licores Azteca es llevar una probadita de México al mundo.

Sin duda, el principal valor de la marca se lo da su mano de obra, su plantilla laboral completa se conforma por 15 mujeres, quienes se encargan de toda la producción.

La emprendedora confiesa que la han llamado feminista por esta razón, pero desde su perspectiva trabajar con mujeres es mucho más productivo,

ya que “se ponen la camiseta de la empresa, se comprometen con su trabajo y participan activamente en todos los procesos de producción”.

Melly comparte que la industria del tequila atraviesa un buen momento, cada día son más las personas que reconocen el valor de distinción que tiene esta maravillosa bebida.

Diversifica el negocio familiar: Ana Rosa Carrillo.

Desde que era niña, Ana Rosa Carrillo Ramos supo que el trabajo era lo que le daría las oportunidades para crecer.

Al igual que sus cinco hermanos ayudaban a su papá en el negocio familiar, una distribuidora y tienda de autoservicio de vinos y licores en Guadalajara.

En 1991 su padre falleció y poco a poco sus hermanos tomaron otros caminos.

Fue hasta 1998 que tuvo la idea de ampliar la empresa con la creación de una fábrica de tequila para posteriormente distribuirlo en sus mismas tiendas.

La creación de su empresa…

Durante dos años trabajó y ahorró para concretar su idea con el diseño de la fábrica y la compra de los terrenos.

En el 2000 constituyó formalmente la empresa Tequilera de la Barranca de Amatitán en las profundidades de la región Valles de Jalisco.

Para octubre del 2000, Ana Rosa lanzó su tequila Mi Tierra, el cual incorpora agua de los manantiales de Amatitán en el proceso de elaboración del tequila, lo que le da un sabor característico.

La emprendedora comparte que no contaba con experiencia en la industria ni en el campo, además

“por ser mujer no me tomaban en serio, por ejemplo, me aumentaban los precios de insumos”.

Por otra parte, asegura que “afortunadamente existen personas que realmente aman la industria y no temen en compartir sus conocimientos”.

Gracias a ellos pudo echar a andar su fábrica y poco a poco, “adquieres la experiencia necesaria para persistir ya que, al adentrarte a la industria te formas carácter”, cuenta Ana Rosa.

Hoy la empresa produce 300,000 litros de tequila al año, para sus cinco marcas: Mi Tierra, Don Fernando, Gran Batallón, Batallón y Rancho Bravo.

Todos sus tequilas son artesanales, ya que se elaboran en alambique o destilador de cobre y en hornos de mampostería, para conservar el sabor lo más natural posible.

La expansión…

Además del tequila, para preservar la tradición licorera de su padre, la Tequilera elabora productos derivados como:

  • Crema de chocolate al tequila,
  • Vodka,
  • Ron,
  • Ginebra
  • Licores de melón, naranja, café, almendras y curazao.

El 70% de su producción se concentra en México, el 30% restante se exporta a Rusia, Colombia, España, Estados Unidos, China y Holanda.

Si la gente supiera todo por lo que tiene que pasar el agave para llegar a una botella, pagarían lo que realmente vale el producto.

A mí me enamoró conocer la plantita que dura seis años en la tierra y que tienes que jimar, moler, destilar, embarricar, añejar y embotellar,

… porque el tequila no es sólo un producto, es una tradición, es cultura y es nuestra tierra”, enfatiza la emprendedora.

Innovación con visión humana: Carmen Villareal Treviño.

Carmen Villarreal Treviño, Casa San Matías.

Tomar la dirección de una empresa con más de 100 años en el mercado no fue nada fácil para Carmen Villarreal Treviño, quien además no tenía nada de experiencia en la industria tequilera, únicamente conocía lo que su esposo, Jesús López Román compartía al llegar a casa.

Carmen dedicaba su vida al cuidado de la familia, pero en 1997 su vida dio un vuelco con el accidente de su marido que le causó la muerte.

Además de lidiar con su luto personal, sus hijos estaba la incertidumbre de quién reemplazaría al director de Casa San Matías.

La idea inicial fue contratar un director externo, sin embargo, Carmen tenía que ir constantemente a la oficina, así que optó por asumir el cargo.

Carmen atribuye sus primeros retos a una falta de experiencia, más que al hecho de ser mujer.

En 2003 Casa San Matías, volvió a tomar fuerza y a partir de ese momento, la empresaria se enfocó en desarrollar nuevas marcas

Ademá de eso, fortaleció su oferta de agave, incrementó las exportaciones y, sobre todo, desarrolló políticas internas para ofrecer mejores condiciones a los trabajadores.

Su producción se distribuye en un 52% para el mercado nacional y 48% para exportación extrajera. Entre sus planes a futuro está vender en Amazon.

Para Carmen, el valor agregado de la compañía es su cultura organizacional, asegura que

“lo más importante es el ser humano que entrega su trabajo, su talento y su esfuerzo para crear algo que queremos ofrecer al mundo, tequilas finos y bien hechos”.

Hoy la empresa cuenta con 250 empleados y entre sus buenas prácticas destacan programas sociales que han implementado dentro de su organización.

Después de 21 años de gestión, Carmen comparte que

“… en Casa San Matías he tenido la oportunidad de crecer profesionalmente y desde que llegué le impregné mi estilo. Ahora es mi casa, no tengo planes de retirarme y quiero seguir generando nuevos proyectos”.

Fuente: entrepreneur

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